Querida comunidad de Cuetzalan,
Hoy quiero abrir mi corazón y compartir con ustedes algo muy personal sobre nuestro recorrido por las hermosas localidades de nuestro amado Cuetzalan. Cada paso que doy a su lado, cada historia que escucho, no solo me toca profundamente, sino que también reafirma mi compromiso con nuestra tierra y nuestra gente.
En cada encuentro, siento la calidez de nuestra gente, ese deseo genuino de confiar nuevamente, a pesar del cansancio de las promesas incumplidas. Estas experiencias me han mostrado que el cambio que tanto ansiamos no es solo una posibilidad, sino una necesidad urgente.
Nosotros somos el cambio que nuestra comunidad espera. Estamos aquí, no para prometer, sino para actuar. Queremos caminar de la mano con cada uno de ustedes, escuchando atentamente y cumpliendo fielmente. Su apoyo y confianza son el motor que nos impulsa a seguir adelante, esforzándonos cada día más por merecerla.
Juntos, vamos a llegar con dignidad y esperanza al 2 de junio, un día que será crucial para todos nosotros, los Cuetzaltecos. Este no es solo un momento electoral, sino un punto de inflexión para reconstruir y revitalizar nuestra comunidad con la verdad y la esperanza como nuestras guías más fieles.
No nos detendremos ante los obstáculos; nuestra fuerza proviene de nuestra verdad, y nuestra guía es la esperanza inquebrantable en un futuro mejor. Hoy, más que nunca, renovamos nuestro compromiso con ustedes y con nuestro futuro compartido.
Recuerden, cada nuevo día es una bendición y una oportunidad para avanzar hacia ese futuro que tanto merecemos y que juntos estamos construyendo.